Cannabis legal en México, cada vez más cerca

Desde el año 1920 el uso recreativo de cannabis, así como su producción y venta con ese objetivo, son ilegales en México. La posesión personal fue descriminalizada en 2009. A pesar de esta situación de ilegalidad, el clima, la orografía, y la cercanía del gran mercado consumidor estadounidense han favorecido que el país haya sido y siga siendo el mayor productor y exportador de cannabis de América, siendo superado a nivel mundial sólo por Marruecos.


Posteriormente, el 13 de diciembre de 2016, debido a la presión ejercida por los productores y vendedores de la llamada marihuana medicinal o cannabis terapéutico, el senado aprobó la prescripción médica de algunos de los derivados de la marihuana,​ sin esperar la aprobación por parte de la Cámara de Diputados.

El 7 de enero de 2017, la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México modificó la Carta Magna con miras a ampliar los derechos para el uso de la planta y sus derivados con fines terapéuticos.

A partir del 25 de febrero del presente año, todos los juzgados del país deberán otorgar amparos a quienes deseen fumar marihuana, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) publicó en el Semanario Judicial de la Federación ocho tesis de jurisprudencia sobre su uso lúdico, en las que determinó que su prohibición es inconstitucional.

Las tesis señalan que la prohibición del consumo de marihuana no es una medida proporcional para proteger la salud y el orden público, por lo que la penalización vulnera el libre desarrollo de la personalidad. La resolución del máximo tribunal de justicia en el país no incluye la producción ni comercio de la mariguana ya que aún no hay una postura al respecto, no obstante, sí obliga a todos los jueces del país a otorgar amparos.

Caso de Graciela Elizalde


En México, la pequeña Graciela Elizalde, diagnosticada con este síndrome de Lennox Gastaut, obtuvo el primer permiso en la historia de México​ para utilizar un aceite de cannabis rico en cannabidiol para tratar las más de 400 convulsiones que presentaba al día.

El padre de la niña, Raúl Elizalde, pudo argumentar efectivamente ante las autoridades mexicanas que su hija no tenía otras opciones de tratamiento, por lo que un Juez emitió un amparo que le autorizaba a importar el aceite de cannabis para su hija.​ El caso se convirtió en un icono de la lucha en pro del cannabis medicinal en México.

Durante su lucha por el acceso al cannabis medicinal en México, la familia Elizalde creó la Fundación Por Grace, dedicada a impartir educación sobre el cannabis medicinal y el uso del cannabidiol en casos de epilepsia farmacorresistente como la que padece su hija.

La legalización está cada vez más cerca


La batalla por liberar esta planta ha sido larga. Por más de una década, el movimiento cannábico mexicano creció a la sombra de los reflectores, organizando marchas y eventos informativos independientes para difundir la información relacionada con la mota. No fue hasta 2015 que la marihuana en México alcanzó un plano legal y mediático gracias a tres casos que cuestionaron la manera en que las leyes mexicanas abordan el cannabis.

Detrás de la historia de la pequeña Graciela Elizalde, una comunidad conformada por miles de personas observaba impaciente desde sus hogares, trabajando desde sus casas y sus vecindarios para convertir al cannabis en una cultura. Cada vez más personas decidieron dar la cara y empezaron a surgir eventos cannábicos, foros dedicados a la marihuana en donde no se podía fumar pero en donde esta comunidad secreta comenzaba a conocerse las caras. Siguieron los talleres clandestinos, pequeñas reuniones privadas en donde se enseñaba a los asistentes a autocultivar marihuana para dejar de recurrir al mercado negro, y para preparar aceites medicinales a partir de la planta. Finalmente, en 2018, se llevó a cabo la primera Copa Cannábica en México, un evento profesional en donde cultivadores de todo el país compitieron por presentar la mejor marihuana frente a un jurado internacional. 

De la mano de los derechos llegaron los intereses económicos. Después del amparo otorgado a Grace para importar un tratamiento de cannabis, muchos pacientes vieron en la planta una posible medicina para diversas enfermedades. De la misma manera, diversos empresarios, tanto mexicanos como extranjeros, vieron en este amparo la oportunidad de incursionar en una de las ramas de la medicina que mayor crecimiento económico promete en los próximos años. Mientras algunas personas siguieron impulsando la legislación para facilitar la importación, hubo también quien decidió tomar el camino del autocultivo para obtener su propio medicamento.

Para llevar a cabo una regulación responsable se necesita la participación de la sociedad civil, de la iniciativa privada y del Estado. Y después de años de perseverancia e intensas batallas legales, es el turno del Congreso, donde ya hay una iniciativa presentada por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que contempla el aspecto personal, médico y comercial. Con las resoluciones publicadas la semana pasada, el Congreso está obligado a regular. De lograrlo, México no solo estaría terminando con la prohibición insostenible de una planta, sino que estaría poniendo un ejemplo a nivel mundial, por ser uno de los primeros países en regular a nivel federal, y por haberlo hecho basado en las leyes, la salud, y los derechos humanos.

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