Charles Bukowski nos narra la historia de un hombre, que tras una violenta discusión con su mujer se sube a su automóvil y conduce hasta llegar a una feria. Es ahà donde escucha una de esas voces pregrabadas decir :
¡SÃ, señoras y caballeros. Entren, entren aquÃ... Nosotros hemos capturado al diablo!
¡Está aquà dentro a su disposición, para que ustedes lo vean con sus propios ojos! ¡Piensen,
sólo por un cuarto, veinticinco centavos, pueden ustedes ver al diablo... el mayor perdedor de
todos los tiempos!¡El perdedor del único intento de revolución que ha habido en toda la
historia del Cielo!
Un diablo que tras haber sido emborrachado, lo habÃan pintado de rojo y ahora yacÃa encerrado en una jaula siendo alimentado con comida para perros y mantequilla de cacahuete.
Hijo mÃo —le dijo—. ¡Por fin has venido! Te he estado esperando. ¡Treinta y dos dÃas llevo en esta jodida jaula!... Para su desgracia lo libera, y decide llevárselo a su casa.
El diablo, un guapo diablo según dicen, besa a su mujer, y esta queda muy fascinada "si haces el amor como besas, debe ser demasiado, simplemente demasiado" acto seguido van a la habitación ý el debe escuchar como su mujer gime sin control siendo follada por el diablo.
Dios mÃo, Dios mÃo, no me lo puedo creer, me puso en cielo y en el infierno —dijo ella—
Ese diablo era todo un hijo de satanás, no contento con follarse a su mujer, también mató a su perro y prácticamente lo echó de su propia casa.
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