Ahora que más países se animan a la legalización el consumo de cannabis, es predecible que más personas usen marihuana medicinal como una alternativa a los fármacos recetados, esta es una aseveración muy común entre los expertos y fabricantes de medicamentos ( los cuales no están muy contentos con esto ).
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan encontró que el 44% de los consumidores de cannabis medicinal dejaron de tomar algún determinado fármacos y/o redujeron el consumos de muchos otros.
En general, las personas consumen cannabis medicinal para tratar dolencias, enfermedades crónicas, la depresión, los dolores de cabeza (migraña) e incluso para sobrellevar el cáncer. Casi un tercio de los participantes del estudio (30%) manifestó que su proveedor de atención médica convencional no sabía que usaban cannabis medicinal, lo que indica la profunda brecha que existe entre los dos sistemas de tratamiento.
Los investigadores de las diversas casas de estudios que han participado en este estudio administraron encuestas a 450 adultos que se identificaron como consumidores activos de cannabis en un evento público anual que aboga por la reforma de la ley de marihuana. El evento ocurrió en la UM, en un estado donde el consumo de cannabis medicinal se legalizó en 2008.
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De las 392 respuestas utilizables, la mayoría (78%) informó haber usado marihuana para ayudar a tratar una condición médica o de salud. Los usuarios también tenían más confianza en el cannabis medicinal en comparación con la atención médica convencional, en parte, porque calificaron la marihuana mejor que las drogas farmacéuticas en cuanto a efectividad, efectos secundarios, disponibilidad y costo.
"Este estudio avanza el conocimiento en el enfoque basado en la evidencia para la reducción de daños y la promoción de beneficios con respecto al cannabis medicinal", dijo Daniel Kruger, miembro del Instituto de Políticas e Innovación de la Salud de la UM. "Dado el creciente uso de cannabis con fines médicos y el uso generalizado con fines recreativos a pesar de la criminalización, el marco actual de salud pública que se centra principalmente en la abstinencia de cannabis parece obsoleto".
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